¿Problemas con la revolución del fracking de Estados Unidos?


La reciente demanda ganada por una familia de Texas contra Aruba Petroleum por contaminación debido a las actividades por fracking, puede abrir una vía de agua en la revolución del fracking que se vive en Estados Unidos y que está haciendo que el país deje de depender cada vez menos del petróleo extranjero.

Aerial view of resource extraction in Texas. Are they oil, gas or fracking wells?

Vista aérea de los pozos de fracking en Texas. Fotografía de Amy Youngs


La familia Parr de Decatur (Texas) acaba de ganar uno de los primeros juicios (con tribunal popular) realizados en Estados Unidos contra Aruba Petroleum, una empresa de fracking que operaba en las cercanías de su vivienda, por los posibles efectos en la salud de la familia que ocasionaron los 22 pozos de fracking de la empresa en las cercanías al rancho de la familia.

La empresa ha sido condenada a indemnizar a la familia con 2,9 millones de dólares (2,1 millones de euros) porque un tribunal consideró que sus dolencias están relacionadas con las operaciones de fracking de los pozos de Aruba. La familia pidió en un inicio 9 millones de dólares por los daños ocasionados y en 2011 habían pedido 66 Millones de dólares en compensación por los daños a otras 9 compañías obteniendo una cantidad no revelada de dinero de algunas de las compañías.

En la demanda ahora ganada, se alegó que las operaciones de la empresa contaminaron el ambiente haciendo que la familia y el ganado tuvieran que mudarse a otra localidad y para ello lo respaldaron con análisis de sangre, en los que se encontraron una veintena de sustancias químicas asociadas a los procesos de fracking de Aruba Petroleum, entre ellos benceno, tolueno, etilbenceno y xileno, todos ellos con posibilidad de desarrollar cáncer.

El veredicto del jurado (5 votos a favor y 1 en contra), contempla el pago del equivalente a 198.000 euros por pérdida de valor de la propiedad de los Parr, 180.000 por futuras consecuencias para su salud, otros 288.000 por daños psicológicos y 1,4 millones por los problemas médicos causados hasta ahora. A diferencia de lo que se suele hacer en este tipo de casos, la empresa nunca propuso un acuerdo extrajudicial y accedió a que fuera con un jurado popular.

¿Un precedente contra la revolución del fracking?

Aruba Petroleum ya fue condenada entre 2011 y 2012 a multas de 40.000 dólares por daños en la contaminación ambiental, y anunció que recurriría el fallo, ya que el veredicto del jurado encontró que la empresa no había actuado con dolo y de mala fe, siendo atribuibles los daños ocasionados a daños operacionales.

Esta demanda se presenta como una vía de agua en la revolución del fracking en Estados Unidos, ya que es la primera que llega hasta un juicio, alegando daños en la salud y se estima que hay unos 15 Millones de habitantes en Estados Unidos que viven en una distancia a menos de 1 milla de los pozos de extracción.

Sin embargo, lo cierto es que fuentes jurídicas explican a CNN, que esta condenada no sentaría un precedente jurídico, ya que se debe más a un fallo de la empresa que a la técnica en sí y hay bastantes posibilidades de que la familia pierda el caso o que quede en una indemnización menor.

De hecho, la familia (que sigue apoyando la técnica de fracking siempre y cuando se haga bien) ha vuelto a vivir a su propiedad y desde que Aruba Petroleum ha mejorado los mecanismos de mitigación de impacto ambiental, los niveles de contaminación se han reducido y la familia no ha sentido molestias.

«We are not anti-fracking or anti-drilling. My goodness, we live in Texas. Keep it in the pipes, and if you have a leak or spill, report it and be respectful to your neighbors. If you are going to put this stuff in close proximity to homes, be respectful and careful.»

La revolución del fracking en Estados Unidos

Estados Unidos está viviendo una fiebre del fracking que está haciendo que las importaciones de petróleo extranjero cada vez se reduzcan al disponer ahora de unos recursos que hasta ahora no eran explotables.

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Estados como Dakota del Norte, Texas o Pennsylvania están viviendo un boom por el fracking, haciendo que en estados como Dakota del Norte, su economía se esté centrando en el fracking y haciendo que el estado llegue a casi el pleno empleo, al producir casi 1 Millón de barriles diarios de petróleo siendo el segundo productor nacional por detrás de Texas.

Si a eso le sumamos que Canadá también explota por esta técnica y por las arenas bituminosas que ahora son rentables y tiene aún más reservas que Estados Unidos (véase Where Does America Get Oil? You May Be Surprised y el Proyecto Keystone), puede decirse que Estados Unidos cada vez depende menos de la inestabilidad de los países del Golfo pérsico o Venezuela.

Sin embargo, tal y como aumenta la extracción por fracking también aumenta el rechazo a esta técnica, por los posibles efectos medioambientales y sobre la salud humana.

A pesar de que no haya estudios concluyentes sobre la peligrosidad o la inocuidad de la técnica y la EPA trabaja desde hace tiempo en una regulación federal para la regulación de la técnica ya que en Estados Unidos, la regulación depende de cada estado y el fracking se ha beneficiado de varias lagunas en las leyes.

Scott A. Elias, profesor de Ciencia Cuaternaria de la University of London en la revista Earth and Environmental Science

El fracking es la excepción en dos importantes leyes federales (la de agua potable y la de agua limpia) al permitir la inyección de productos químicos tóxicos en los pozos y la falta de tratamiento del agua sobrante que se almacena. Además, las empresas, según recuerda Elias, no están obligadas a revelar el cóctel de sustancias que usan, por considerarse secreto industrial.

¿Y la Unión Europea?

Recientemente la UE ha anunciado que renuncia a legislar sobre el fracking al ser incapaz de poner de acuerdo en unos mínimos a todos los países, aunque ha pedido que se sigan al detalle todos los protocolos de vigilancia ambiental y de impacto ambiental y sigue teniendo la posibilidad de sancionar a los países por incumplimiento de las regulaciones ambientales. (Léase Recomendación sobre fracking en la Unión Europea. Primer paso para el debate sobre la estrategia energética)

«La Comisión está respondiendo a los llamamientos para actuar con principios mínimos que los Estados miembros están invitados a seguir para abordar las preocupaciones en materia de medio ambiente y salud y dar a los operadores e inversores la predictibilidad que necesitan», se justificó ante la falta de normas de obligado cumpliendo.

En particular, la recomendación de Bruselas invita en primer lugar a los Estados miembros a planificar con antelación los desarrollos y evaluar posibles efectos acumulativos antes de conceder licencias, así como a examinar cuidadosamente los impactos y riesgos medioambientales de las explotaciones. Deberán garantizar además que la integridad del pozo de extracción se ajusta a los estándares más altos de buenas prácticas.

El Ejecutivo comunitario recomendó además a los Gobiernos verificar la calidad del suelo, el aire y el agua del lugar antes de que empiecen las operaciones, con el objetivo de controlar cualquier cambio y poder hacer frente a los riesgos que se planteen. También planteó controlar las emisiones de gases nocivos al aire, incluyendo los de gases de efecto invernadero, capturando los gases.

Por lo que se refiere a la transparencia, los Gobiernos deberán informar a la opinión pública sobre las sustancias químicas utilizadas en cada pozo de extracción y deberán controlar que los operadores apliquen las mejores prácticas durante todo el proyecto.

Los Estados miembros deberán aplicar los principios sugeridos por la Comisión en un plazo de seis meses y, a partir de diciembre de 2014, informar cada año a Bruselas sobre las medidas que hayan puesto en marcha. El Ejecutivo comunitario controlará la aplicación de las recomendaciones con un marcador público que comparará la actuación de los diferentes países. Y en un plazo de 18 meses revisará si este enfoque es suficiente o se requiere legislación.

Mientras hay países como Francia o Bulgaria contrarios a la medida, Reino Unido y Polonia son los principales países favorables a la medida de extracción por fracking y en el caso del Reino Unido, la Royal Society publicó un informe sobre la técnica, en el que explicaba que la técnica era segura pero que había que aplicar una normativa de control y seguimiento ambiental, lo suficientemente dura para evitar que las empresas hicieran lo que quisieran.

1 – Los riesgos de salud, seguridad y medio ambiente que se pudieran ocasionar, se podrían gestionar de forma efectiva en Reino Unido, para o cual se deberían de establecer una serie de prácticas operacionales idóneas y que se harían cumplir a través de una fuerte regulación.

2 – El Fracking, era una causa  poco probable de contaminación en aguas subterráneas, siempre y cuando la extracción de realizara a profundidades de varios cientos de metros o varios kilómetros y que en el caso del Reino Unido, debido a su morfología, la contaminación de los acuíferos suprayacentes, serían raras y que en caso de producirse contaminación superficial se debería a pozos defectuosos por lo que cada pozo y por tanto cada permiso de extracción, tendría que contar con una serie de expertos independientes especialistas que revisaran cada uno de los diseños.

3 – Se debería de establecer un seguimiento medioambiental de las labores de extracción, 
antes, durante y después de las operaciones y la Evaluación del Riesgo Ambiental (ERA) debería ser obligatoria de forma que todas las operaciones de gas de esquisto deben evaluar los riesgos a través de todo el ciclo vital de las operaciones, desde el uso del agua a través de la eliminación de los desechos y el abandono de pozos.

4 – Los riesgos sísmicos son bajos y en el caso de producirse, serían igual o menores que los inducidos por la minería de carbón.

5 – Los requerimientos de agua, deberían de ser gestionados de forma sostenible, tanto en el uso del agua (algo  regulado en Reino Unido por la Agencia de Medio Ambiente) y se deberían de establecer prácticas integrales operacionales, tales como el reciclaje y la reutilización de las aguas residuales cuando sea posible, de forma que ayudaría a minimizar los requerimientos de agua adicional.  

6 – La posible huella de carbono producida la extracción de gas, necesita más investigación.

En España tanto desde Industria como desde Medio Ambiente se han mostrado favorables a la técnica aunque siempre se han mostrado en la necesidad de cumplir a rajatabla la normativa medioambiental, y lo único que se han concedido son permisos de investigación de hidrocarburos, que son en su mayoría para buscar gas no convencional y NO se ha construido ningún pozo de extracción (en el hipotético caso de que fueran favorables los informes de exploración, no se empezaría hasta 2015-2016).

Comunidades autónomas como Cantabria, anunciaron en 2012 que prohibían el fracking en su territorio, a pesar de que Cantabria no tendría derecho a la prohibición al depender del Estado la prohibición.

Lo cierto, es que muchas de estas prohibiciones y rechazos de organizaciones ecologistas y ambientalistas, en muchos casos carecen de fundamento científico y se basan en el miedo (como en el caso del petróleo canario o el Proyecto Castor) ya que la técnica bien aplicada, no entraña más riesgo que cualquier otra actividad industrial. El problema es muchas veces que hay que legislar y eso son pérdida de votos.

Acerca de andresrguez

Doctor por la Universidade de Vigo. Campo de especialización: comportamiento del plomo en suelos mineros, urbanos y campos de tiro, a través de técnicas espectroscópicas, toxicológicas y aplicación de nanopartículas.
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